El mayorista baja $20 y refleja pérdida de temperatura
Luego de una intensa jornada el martes, donde el mercado mostró un notable rebote, este miércoles se observa nuevamente una calma en el dólar. El tipo de cambio mayorista ha bajado $20, posicionándose en $1.450, mientras que en el Banco Nación se maneja a $1.485 para la venta. Los dólares financieros, por su parte, han experimentado descensos de hasta el 1%.
Tuvimos un lunes histórico tras la victoria de Javier Milei en las elecciones legislativas, un evento que movió bastante el mercado. Sin embargo, la tranquilidad en el dólar no duró demasiado. Con el cierre del bono sintético D3105, que ajustaba según el tipo de cambio oficial, muchos inversores decidieron desarmar sus posiciones, lo que generó presión en el mercado oficial.
Gustavo Quintana, operador de PR Cambios, comentó que el mercado aún busca un nuevo punto de equilibrio. La reciente demanda de divisas está impulsada por el próximo vencimiento del D31O5. Muchos inversores se ven obligados a recomprar lo que registraron al momento de su suscripción. Según él, la caída del lunes fue excesiva y el repunte actual es una respuesta habitual a ese momento del mes, donde suele haber necesidad de cobertura y cerrar posiciones.
A pesar de la euforia post electoral, la situación actual del mercado cambiario refleja cierta incertidumbre sobre el futuro del esquema. Los inversores están ajustando sus estrategias, y el dólar nuevamente toma protagonismo en la conversación económica cotidiana.
Mientras tanto, en el segmento en pesos, sigue habiendo presión sobre las tasas de interés a corto plazo. Esto incentiva tanto las cauciones como la dolarización, a pesar de que el Gobierno ha reafirmado las bandas cambiarias. Existen dudas acerca de la sostenibilidad de este mecanismo, especialmente porque no se logra un factor crítico: la acumulación de reservas.
Hoy, todo el mercado estará atento a una nueva licitación del Tesoro. Entre los brokers, hay consenso sobre la idea de que es necesario liberar más liquidez para estabilizar las tasas de interés en niveles más bajos. Una propuesta es que el Banco Central reduzca los encajes, ya que liberar menos vencimientos también podría ser una solución. Por eso, el segundo llamado de octubre podría dar pistas sobre el rumbo que tomará el Palacio de Hacienda en el futuro inmediato.